miércoles, 7 de diciembre de 2011

Llamada de emergencia de Brasil

Nueva ley en Brasil pone en jaque al Amazonas
Aunque durante los últimos años y gracias a la presión internacional, al trabajo de las ONG y las medidas adoptadas por el gobierno de Brasil, se había conseguido frenar la tasa de deforestación en el Amazonas (de casi 30.000 hectáreas en 1995 a unas 6.500 en 2010), una amenaza sin precedentes planea ahora sobre una de las regiones con mayor biodiversidad del planeta: la modificación de la ley forestal de Brasil.

La propuesta de ley forestal permite la deforestación en zonas anteriormente amparadas por las figuras de Áreas de Reserva y Áreas de Protección Permanente (áreas con excepcionales atributos ambientales y sociales y que desempeñan una importante función protectora), y permite que las áreas deforestadas de manera ilegal antes de julio del 2008 no sean restauradas.

El nuevo código forestal ha sido ya aprobado por amplia mayoría por el Parlamento, a pesar de la oposición de la sociedad civil y gracias al apoyo de los sectores agrícola y ganadero. Actualmente en revisión por el Senado.

Impactos
Si Brasil aplica la nueva ley forestal:

 SIN PROTECCION. 79 millones de hectáreas de masa forestal –equivalente a las superficies de Alemania, Austria e Italia juntos – quedarían desprotegidas. La nueva ley forestal permite la deforestación en zonas que cumplen una importante función protectora, hasta ahora protegidas legalmente. Esto provocará graves impactos como la pérdidas de biodiversidad, la disminución en la calidad y cantidad de los recursos hídricos y pesqueros, pérdida de fertilidad de los suelo, aumento del riesgo de deslizamientos de tierras.

 AUMENTO DE EMISIONES. Actualmente la deforestación es responsable de un 20% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Un incremento de las tasas de deforestación como el que ampararía la nueva Ley Forestal implicaría gravísimas consecuencias para el clima. Los procesos de deforestación y de no recuperación de la superficie forestal perdida que se podrán desarrollar bajo el nuevo Código forestal supondrían un incremento de las emisiones de hasta 29 gigatoneladas de CO2, casi 4 veces el objetivo global de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero fijado para el periodo 2008-2012 en el Protocolo de Kioto.

 RIBERAS DESPROTEGIDAS. Con la aprobación de la nueva ley, se reduciría la franja de ribera protegida (pasando de 30 a 15 metros).

 DEFORESTACIÓN LEGALIZADA. La nueva ley forestal permitirá la legalización de 97 millones de hectáreas de tierras que han sido deforestadas de manera ilegal (un área similar a la de Venezuela). Estas áreas ya deforestadas (protegidas por el anterior ley forestal a través de las figuras de Área de Reserva y Área de Protección Permanente) no tendrían que ser restaurada.

 AMNISTÍA PARA LA DEFORESTACIÓN ILEGAL La nueva ley forestal elimina las sanciones por deforestación ilegal y elimina la obligación de los actores responsables de la deforestación de recuperar las áreas devastadas.

 MENOR PROTECCIÓN Disminuiría el porcentaje de terreno privado protegido (del 80% se pasaría al 50%)

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